¿Qué es un Aireador Estático Lineal?
El aireador estático lineal es un sistema de ventilación natural que se instala
habitualmente en la cumbrera o parte más alta de las cubiertas de edificios. Este dispositivo, no
motorizado y sin partes móviles, permite la renovación continua del aire interior de forma pasiva,
eficiente y sostenible. Gracias a que no requiere energía eléctrica ni motores, su consumo es nulo y su
mantenimiento mínimo, lo que lo convierte en una solución económica y ecológica ideal para naves y
edificios industriales.
Su diseño constructivo se basa en perfiles metálicos
que forman patas laterales y un cófano o caperuza superior. Las patas se fijan a la cubierta
(adaptándose a cubiertas de una o dos aguas y a distintos tipos de paneles) y soportan el cófano
elevado, creando una abertura continua (garganta) que facilita la salida del aire caliente y evita la
entrada de agua de lluvia gracias al solape superior. Estos aireadores estáticos incluyen una malla
antipájaros que impide la entrada de aves sin obstaculizar el flujo de aire.
Materiales y Tipos de Aireadores Estáticos
Los materiales habituales son chapas de acero galvanizado o prelacado, aunque también se utilizan aluminio o acero inoxidable.
Los espesores suelen estar entre 0,6 y 1 mm, con acabados resistentes a la intemperie y opciones en
distintos colores para integrarse estéticamente en la cubierta. Los módulos, de entre 2 y 6 m de longitud,
se instalan en serie para cubrir grandes tramos de cumbrera. Pueden suministrarse montados o en piezas para
montaje en obra, con solapes y sellados que garantizan la estanqueidad.
Existen variantes para adaptarse a diferentes necesidades. Algunos modelos son practicables o regulables,
con mecanismos (poleas, compuertas o tapas desmontables) que permiten abrir o cerrar la sección de
ventilación según el clima. Esto es útil para evitar pérdidas de calor en invierno o mejorar la ventilación
en verano.
Para proyectos especiales, hay aireadores de gran tamaño para naves, con anchuras de garganta de
hasta 3.000 mm, capaces de evacuar más de 8.000 m³/h por metro lineal. Estas unidades incluyen refuerzos
para resistir vientos fuertes y se montan por tramos en obra.
Funcionamiento del Aireador Estático Lineal
El aire frío ingresa por aberturas bajas y empuja el aire caliente hacia el aireador lineal en la cumbrera, expulsándolo al exterior. Este flujo natural se genera
sin partes móviles ni energía, aprovechando principios físicos como la convección térmica (efecto
chimenea) y la succión por viento (efecto Venturi). En esencia, el aireador estático lineal
utiliza las diferencias de presión entre el interior y el exterior para inducir una circulación
continua de aire a través del edificio.
Convección térmica: Efecto Chimenea
El efecto chimenea se produce porque el aire caliente es menos denso que el frío, por lo
que tiende a subir dentro de un espacio cerrado. Cuando el interior del edificio está más cálido que el
exterior, el aire caliente asciende hacia el techo; esta corriente ascendente crea una leve
sobrepresión en la parte alta que empuja el aire caliente a salir por el aireador en la cumbrera.
Al mismo tiempo, se genera una depresión en las zonas bajas, succionando aire más frío del
exterior por puertas, rejillas u otras aberturas bajas.
El resultado es un flujo continuo: aire fresco entra abajo y aire cálido viciado sale por arriba,
renovando el aire interior. Este efecto aumenta con una mayor diferencia de temperatura y con
más altura entre las entradas inferiores y la salida superior.
Succión por viento: Efecto Venturi
Cuando hay viento en el exterior, entra en juego la succión dinámica. El aire en
movimiento sobre o a través del aireador genera zonas de baja presión que “aspiran” el aire
interior hacia afuera. Este fenómeno se explica mediante el efecto Venturi o el principio de
Bernoulli: al estrecharse el flujo de aire, su velocidad aumenta y su presión disminuye,
creando una depresión local.
En un aireador estático, el viento que sopla sobre la cubierta o a través de las aberturas del
ventilador se acelera, provocando una succión que extrae el aire caliente del interior hacia el
exterior. Incluso con vientos suaves, el aire en movimiento sobre el techo produce una ligera
depresión eólica que colabora en la extracción del aire viciado.
Diferenciales de presión y flujo a través del aireador
Tanto el efecto chimenea como la succión por viento se fundamentan en diferenciales de presión. El
aire siempre fluye desde la zona de mayor presión hacia la de menor presión. El aireador
estático lineal está diseñado precisamente para crear y aprovechar esas diferencias.
El calor interior genera una presión ascendente que empuja el aire hacia la salida superior, mientras
que el viento exterior crea una presión más baja sobre el ventilador que ayuda a jalar el aire hacia
afuera. En conjunto, estos fenómenos logran que el aire circule naturalmente a través del edificio.
En otras palabras, el aireador induce un circuito de ventilación continuo que se autorregula según
las condiciones: si el interior está muy caliente o el viento sopla fuerte, la diferencia de presión aumenta
y el flujo es más intenso. Este equilibrio natural asegura una renovación permanente del aire interior
sin necesidad de ventiladores mecánicos.
Para un rendimiento óptimo, es esencial combinar los aireadores con entradas de aire en cotas bajas,
como ventanas de lamas para una ventilación con lamas, que
permiten la entrada de aire fresco y aseguran un ciclo continuo de renovación. En instalaciones industriales
suele aplicarse una ventilación cruzada para maximizar la extracción de aire caliente, humos o
contaminantes.
En suma, el aireador estático lineal opera gracias a la combinación de convección térmica y
efectos del viento, ambos generando las diferencias de presión necesarias para mover el aire. Esta
solución aprovecha fuerzas naturales (calor y viento) de forma eficaz y pasiva, manteniendo la
ventilación incluso sin electricidad ni partes móviles.
El resultado: un ambiente interior más fresco, limpio y seguro, gracias a principios físicos simples. El aire caliente asciende y se libera al exterior, mientras que el aire fresco entra y lo reemplaza, todo impulsado por la presión natural del entorno.
Aplicaciones y dimensionado de los aireadores de cubierta estáticos lineales
Los exutorios de cubierta se utilizan principalmente en edificios industriales y agropecuarios de
gran volumen donde se requiere ventilación natural constante. Son comunes en naves industriales, fábricas,
almacenes logísticos, centros de producción y talleres, así como en granjas porcinas y avícolas, establos,
invernaderos y almacenes de grano, donde ayudan a controlar temperatura y humedad. En el sector terciario,
pueden encontrarse en polideportivos, hangares, pabellones o centros comerciales con cubiertas metálicas,
como apoyo a la climatización mecánica.
Estos sistemas son ideales para naves de nueva construcción, ya que se integran fácilmente desde el diseño
de la cubierta, aunque también es viable instalarlos en edificios existentes mediante adaptaciones
sencillas, sin modificar la estructura. Se adaptan a cubiertas de chapa
grecada, panel sandwich, bóveda curva, panel teja o
cubiertas con chapa perfilada.
La planificación debe contemplar un correcto dimensionado y distribución. Es esencial calcular el
volumen de aire a renovar y la tasa de ventilación recomendada según el uso del edificio:
Tabla de Renovaciones de Aire en Naves Industriales (Valores Orientativos)
El proyectista selecciona el número, tamaño y longitud de los aireadores estáticos según el caudal
necesario. Por ejemplo, si se requiere extraer 20.000 m³/h y un modelo rinde 1.000 m³/h por metro lineal,
se necesitarían 20 metros de aireadores para cubierta, distribuidos según la geometría de la cubierta. En
naves extensas es habitual instalarlos a lo largo de toda la cumbrera; en naves pequeñas, un tramo central
suele ser suficiente.
Tipo de Local/Actividad |
Renovaciones de Aire (m³/h) |
Almacenes (sin actividades específicas) |
1 – 3 |
Talleres con soldadura o procesos similares |
10 – 20 |
Talleres con procesos de pintura o barnizado |
15 – 30 |
Locales con presencia de polvo |
5 – 10 |
Naves con presencia de gases |
Variable, según tipo y concentración |
Oficinas o áreas administrativas |
3 – 5 |
La disposición debe garantizar una cobertura uniforme para evitar estancamientos de aire
caliente. En naves largas es mejor segmentar varios tramos; en naves anchas, colocar líneas
paralelas sobre cada cumbrera. La ventilación debe equilibrarse con suficientes entradas de aire bajas,
con superficie equivalente a la de salida. La altura de la nave también influye: cuanto mayor la
distancia entre las aberturas de entrada y los aireadores de gran tamaño para naves, más eficaz el
efecto chimenea.
El uso de aireadores lineales ventilación de naves está muy extendido en el sector industrial
español por su capacidad de reducir temperatura, eliminar humos o gases y mejorar la calidad del aire
sin los costes operativos de sistemas mecánicos.
Beneficios de los aireadores estáticos lineales para ventilación pasiva de naves: una solución eficiente y
sostenible
El uso de aireadores estáticos lineales para naves industriales aporta numerosos beneficios técnicos y
operativos para la climatización natural de edificios industriales, agropecuarios y logísticos. Sus
principales ventajas son:
- ✅ Reducción de la temperatura interior y mejora del confort térmico: Al extraer de forma continua
el aire caliente acumulado en la parte alta, los beneficios del aireador estático lineal ayudan a
regular la temperatura interior y disipar el calor generado por la actividad industrial o la
radiación solar. Esto mejora el confort térmico de los ocupantes y reduce el riesgo de sobrecalentamiento
de equipos sensibles. En verano, permiten mantener temperaturas más bajas que en recintos sin ventilación
- ✅ Renovación del aire viciado y mejora de la calidad del aire: Estos sistemas promueven la
entrada de aire fresco rico en oxígeno y la expulsión del aire viciado, eliminando contaminantes,
olores y humos. Son especialmente útiles en espacios con emanaciones (humo de soldadura, vapores químicos,
amoniaco en granjas), facilitando su dispersión natural y creando ambientes más saludables.
- ✅ Disminución de la humedad y prevención de condensaciones: La ventilación constante controla la
humedad relativa, evitando la acumulación de vapor de agua y las condensaciones en techos y muros. Esto
protege la estructura y el aislamiento frente a la humedad y previene goteos, mohos y corrosión. En
granjas, mantener la humedad baja mejora las condiciones sanitarias para el ganado.
- ✅ Ahorro energético y sostenibilidad: Al funcionar sin motores ni consumo eléctrico, los sistemas
de ventilación sin electricidad aprovechan energías naturales como el calor interno y el viento. Esto
reduce costes energéticos y la huella de carbono, alineándose con los principios de la construcción
sostenible.
- ✅ Funcionamiento silencioso y sin molestias: Al no tener partes mecánicas, estos sistemas operan
de forma muy silenciosa, sin generar ruido ambiental ni vibraciones, a diferencia de los ventiladores
mecánicos.
- ✅ Mantenimiento mínimo: Los aireadores estáticos lineales no tienen piezas móviles, por lo que no
requieren lubricación ni sustitución de componentes. Solo necesitan revisiones visuales periódicas para
comprobar que las aberturas no estén obstruidas y que los sellados se mantengan en buen estado.
- ✅ Alta fiabilidad y operación continua: Estos dispositivos garantizan ventilación las 24 h sin
supervisión, sin riesgo de fallos mecánicos. Su funcionamiento se basa en principios físicos que
actúan siempre que exista diferencia de densidad o viento, ofreciendo seguridad incluso en aplicaciones
críticas.
- ✅ Ventajas en caso de incendio: Aunque no sustituyen a sistemas de control de humos certificados,
los aireadores estáticos, al estar en la parte alta y ser aberturas permanentes, contribuyen a evacuar
humos y gases calientes en caso de incendio, facilitando la evacuación y la labor de los bomberos.
En definitiva, los exutorios de cubierta estáticos lineales proporcionan una ventilación eficaz,
económica y sostenible, con claras ventajas frente a los sistemas de extracción mecánicos en términos de
costes de operación, simplicidad y fiabilidad. Si el diseño del edificio y las condiciones climáticas son
favorables, estos sistemas permiten mantener ambientes frescos y saludables prácticamente sin consumo
energético, lo que los convierte en una solución muy valorada en el sector industrial y logístico.
Normativa aplicables en España
La instalación y uso de aireadores estáticos lineales están regulados por varias normas que garantizan la
salubridad del ambiente y la seguridad frente a incendios. Los aspectos clave son:
- Ventilación Higiénica: El Código Técnico de la Edificación (CTE) DB HS3 exige que los edificios dispongan de sistemas
que garanticen la calidad del aire interior mediante la ventilación adecuada. Aunque centrado en
viviendas y locales habitables, sus principios aplican también a naves: debe asegurarse el aporte de
aire exterior y la extracción del aire viciado.
En el ámbito laboral, el RD 486/1997 obliga a renovar al menos 30 m³/h por trabajador en ambientes
normales y 50 m³/h en ambientes cargados (humos, calor, etc.). Los aireadores de gran tamaño para naves
contribuyen a cumplir estas exigencias si están bien dimensionados.
- Seguridad contra Incendios: Para edificios industriales, el RSCIEI (RD 2267/2004) exige sistemas de control de humos (SCTEH) en
función del tamaño y riesgo de la nave. Los sistemas SCTEH RSCIEI pueden integrar exutorios
naturales para evacuación de humos, evacuando gases calientes en caso de incendio. Para ello, deben
cumplir los requisitos de superficie de ventilación y estar situados en la parte alta de la cubierta. En
muchos casos, deben ser practicables y poder abrirse manual o automáticamente.
- Certificación y Normas UNE: Los exutorios de cubierta utilizados como parte del SCTEH deben estar ensayados y contar con
certificación CE conforme a UNE-EN 12101-2, lo que garantiza su resistencia y funcionamiento en
condiciones de incendio (altas temperaturas, viento, nieve, etc.). El diseño debe seguir criterios de la
UNE 23585 (cálculo y disposición de exutorios) y cumplir con los requisitos del RSCIEI. La UNE 23584
regula su instalación y mantenimiento.
Preguntas Frecuentes
Los aireadores estáticos no requieren consumo eléctrico ni mantenimiento
complejo, lo que se traduce en un ahorro energético y económico. Además,
funcionan de forma continua y silenciosa, aportando ventilación natural y
sostenible sin riesgo de averías mecánicas.
Estos dispositivos se colocan en la cumbrera de las
cubiertas, aprovechando la acumulación de aire caliente en la parte superior del
edificio para facilitar su expulsión. Se adaptan a cubiertas de una o dos aguas y a distintos
materiales como panel sandwich o chapa grecada.
Requieren un mantenimiento mínimo, ya que no poseen partes
móviles. Es suficiente con inspecciones periódicas para asegurarse de que las aberturas no
estén obstruidas y verificar el estado de sellados y anclajes.
Sí, aunque en invierno se recomienda utilizar modelos
practicables que permitan cerrar la apertura para evitar pérdidas de calor. También
ayudan a eliminar la condensación generada por la diferencia térmica entre el
interior y el exterior.
Sí. Aunque no sustituyen a los exutorios certificados, su posición elevada y
su apertura permanente facilitan la evacuación de humos calientes en caso de
incendio, mejorando la seguridad y ayudando en las labores de evacuación y extinción.
¿Qué es un Aireador Estático Lineal?
El aireador estático lineal es un sistema de ventilación natural que se instala habitualmente en la cumbrera o parte más alta de las cubiertas de edificios. Este dispositivo, no motorizado y sin partes móviles, permite la renovación continua del aire interior de forma pasiva, eficiente y sostenible. Gracias a que no requiere energía eléctrica ni motores, su consumo es nulo y su mantenimiento mínimo, lo que lo convierte en una solución económica y ecológica ideal para naves y edificios industriales.
Su diseño constructivo se basa en perfiles metálicos que forman patas laterales y un cófano o caperuza superior. Las patas se fijan a la cubierta (adaptándose a cubiertas de una o dos aguas y a distintos tipos de paneles) y soportan el cófano elevado, creando una abertura continua (garganta) que facilita la salida del aire caliente y evita la entrada de agua de lluvia gracias al solape superior. Estos aireadores estáticos incluyen una malla antipájaros que impide la entrada de aves sin obstaculizar el flujo de aire.
Materiales y Tipos de Aireadores Estáticos
Los materiales habituales son chapas de acero galvanizado o prelacado, aunque también se utilizan aluminio o acero inoxidable. Los espesores suelen estar entre 0,6 y 1 mm, con acabados resistentes a la intemperie y opciones en distintos colores para integrarse estéticamente en la cubierta. Los módulos, de entre 2 y 6 m de longitud, se instalan en serie para cubrir grandes tramos de cumbrera. Pueden suministrarse montados o en piezas para montaje en obra, con solapes y sellados que garantizan la estanqueidad.
Existen variantes para adaptarse a diferentes necesidades. Algunos modelos son practicables o regulables, con mecanismos (poleas, compuertas o tapas desmontables) que permiten abrir o cerrar la sección de ventilación según el clima. Esto es útil para evitar pérdidas de calor en invierno o mejorar la ventilación en verano.
Para proyectos especiales, hay aireadores de gran tamaño para naves, con anchuras de garganta de hasta 3.000 mm, capaces de evacuar más de 8.000 m³/h por metro lineal. Estas unidades incluyen refuerzos para resistir vientos fuertes y se montan por tramos en obra.
Funcionamiento del Aireador Estático Lineal
El aire frío ingresa por aberturas bajas y empuja el aire caliente hacia el aireador lineal en la cumbrera, expulsándolo al exterior. Este flujo natural se genera sin partes móviles ni energía, aprovechando principios físicos como la convección térmica (efecto chimenea) y la succión por viento (efecto Venturi). En esencia, el aireador estático lineal utiliza las diferencias de presión entre el interior y el exterior para inducir una circulación continua de aire a través del edificio.
Convección térmica: Efecto Chimenea
El efecto chimenea se produce porque el aire caliente es menos denso que el frío, por lo que tiende a subir dentro de un espacio cerrado. Cuando el interior del edificio está más cálido que el exterior, el aire caliente asciende hacia el techo; esta corriente ascendente crea una leve sobrepresión en la parte alta que empuja el aire caliente a salir por el aireador en la cumbrera. Al mismo tiempo, se genera una depresión en las zonas bajas, succionando aire más frío del exterior por puertas, rejillas u otras aberturas bajas.
El resultado es un flujo continuo: aire fresco entra abajo y aire cálido viciado sale por arriba, renovando el aire interior. Este efecto aumenta con una mayor diferencia de temperatura y con más altura entre las entradas inferiores y la salida superior.
Succión por viento: Efecto Venturi
Cuando hay viento en el exterior, entra en juego la succión dinámica. El aire en movimiento sobre o a través del aireador genera zonas de baja presión que “aspiran” el aire interior hacia afuera. Este fenómeno se explica mediante el efecto Venturi o el principio de Bernoulli: al estrecharse el flujo de aire, su velocidad aumenta y su presión disminuye, creando una depresión local.
En un aireador estático, el viento que sopla sobre la cubierta o a través de las aberturas del ventilador se acelera, provocando una succión que extrae el aire caliente del interior hacia el exterior. Incluso con vientos suaves, el aire en movimiento sobre el techo produce una ligera depresión eólica que colabora en la extracción del aire viciado.
Diferenciales de presión y flujo a través del aireador
Tanto el efecto chimenea como la succión por viento se fundamentan en diferenciales de presión. El aire siempre fluye desde la zona de mayor presión hacia la de menor presión. El aireador estático lineal está diseñado precisamente para crear y aprovechar esas diferencias.
El calor interior genera una presión ascendente que empuja el aire hacia la salida superior, mientras que el viento exterior crea una presión más baja sobre el ventilador que ayuda a jalar el aire hacia afuera. En conjunto, estos fenómenos logran que el aire circule naturalmente a través del edificio.
En otras palabras, el aireador induce un circuito de ventilación continuo que se autorregula según las condiciones: si el interior está muy caliente o el viento sopla fuerte, la diferencia de presión aumenta y el flujo es más intenso. Este equilibrio natural asegura una renovación permanente del aire interior sin necesidad de ventiladores mecánicos.
Para un rendimiento óptimo, es esencial combinar los aireadores con entradas de aire en cotas bajas, como ventanas de lamas para una ventilación con lamas, que permiten la entrada de aire fresco y aseguran un ciclo continuo de renovación. En instalaciones industriales suele aplicarse una ventilación cruzada para maximizar la extracción de aire caliente, humos o contaminantes.
En suma, el aireador estático lineal opera gracias a la combinación de convección térmica y efectos del viento, ambos generando las diferencias de presión necesarias para mover el aire. Esta solución aprovecha fuerzas naturales (calor y viento) de forma eficaz y pasiva, manteniendo la ventilación incluso sin electricidad ni partes móviles.
El resultado: un ambiente interior más fresco, limpio y seguro, gracias a principios físicos simples. El aire caliente asciende y se libera al exterior, mientras que el aire fresco entra y lo reemplaza, todo impulsado por la presión natural del entorno.
Aplicaciones y dimensionado de los aireadores de cubierta estáticos lineales
Los exutorios de cubierta se utilizan principalmente en edificios industriales y agropecuarios de gran volumen donde se requiere ventilación natural constante. Son comunes en naves industriales, fábricas, almacenes logísticos, centros de producción y talleres, así como en granjas porcinas y avícolas, establos, invernaderos y almacenes de grano, donde ayudan a controlar temperatura y humedad. En el sector terciario, pueden encontrarse en polideportivos, hangares, pabellones o centros comerciales con cubiertas metálicas, como apoyo a la climatización mecánica.
Estos sistemas son ideales para naves de nueva construcción, ya que se integran fácilmente desde el diseño de la cubierta, aunque también es viable instalarlos en edificios existentes mediante adaptaciones sencillas, sin modificar la estructura. Se adaptan a cubiertas de chapa grecada, panel sandwich, bóveda curva, panel teja o cubiertas con chapa perfilada.
La planificación debe contemplar un correcto dimensionado y distribución. Es esencial calcular el volumen de aire a renovar y la tasa de ventilación recomendada según el uso del edificio:
Tabla de Renovaciones de Aire en Naves Industriales (Valores Orientativos)
El proyectista selecciona el número, tamaño y longitud de los aireadores estáticos según el caudal necesario. Por ejemplo, si se requiere extraer 20.000 m³/h y un modelo rinde 1.000 m³/h por metro lineal, se necesitarían 20 metros de aireadores para cubierta, distribuidos según la geometría de la cubierta. En naves extensas es habitual instalarlos a lo largo de toda la cumbrera; en naves pequeñas, un tramo central suele ser suficiente.
(m³/h)
La disposición debe garantizar una cobertura uniforme para evitar estancamientos de aire caliente. En naves largas es mejor segmentar varios tramos; en naves anchas, colocar líneas paralelas sobre cada cumbrera. La ventilación debe equilibrarse con suficientes entradas de aire bajas, con superficie equivalente a la de salida. La altura de la nave también influye: cuanto mayor la distancia entre las aberturas de entrada y los aireadores de gran tamaño para naves, más eficaz el efecto chimenea.
El uso de aireadores lineales ventilación de naves está muy extendido en el sector industrial español por su capacidad de reducir temperatura, eliminar humos o gases y mejorar la calidad del aire sin los costes operativos de sistemas mecánicos.
Beneficios de los aireadores estáticos lineales para ventilación pasiva de naves: una solución eficiente y sostenible
El uso de aireadores estáticos lineales para naves industriales aporta numerosos beneficios técnicos y operativos para la climatización natural de edificios industriales, agropecuarios y logísticos. Sus principales ventajas son:
En definitiva, los exutorios de cubierta estáticos lineales proporcionan una ventilación eficaz, económica y sostenible, con claras ventajas frente a los sistemas de extracción mecánicos en términos de costes de operación, simplicidad y fiabilidad. Si el diseño del edificio y las condiciones climáticas son favorables, estos sistemas permiten mantener ambientes frescos y saludables prácticamente sin consumo energético, lo que los convierte en una solución muy valorada en el sector industrial y logístico.
Normativa aplicables en España
La instalación y uso de aireadores estáticos lineales están regulados por varias normas que garantizan la salubridad del ambiente y la seguridad frente a incendios. Los aspectos clave son:
Preguntas Frecuentes
Los aireadores estáticos no requieren consumo eléctrico ni mantenimiento complejo, lo que se traduce en un ahorro energético y económico. Además, funcionan de forma continua y silenciosa, aportando ventilación natural y sostenible sin riesgo de averías mecánicas.
Estos dispositivos se colocan en la cumbrera de las cubiertas, aprovechando la acumulación de aire caliente en la parte superior del edificio para facilitar su expulsión. Se adaptan a cubiertas de una o dos aguas y a distintos materiales como panel sandwich o chapa grecada.
Requieren un mantenimiento mínimo, ya que no poseen partes móviles. Es suficiente con inspecciones periódicas para asegurarse de que las aberturas no estén obstruidas y verificar el estado de sellados y anclajes.
Sí, aunque en invierno se recomienda utilizar modelos practicables que permitan cerrar la apertura para evitar pérdidas de calor. También ayudan a eliminar la condensación generada por la diferencia térmica entre el interior y el exterior.
Sí. Aunque no sustituyen a los exutorios certificados, su posición elevada y su apertura permanente facilitan la evacuación de humos calientes en caso de incendio, mejorando la seguridad y ayudando en las labores de evacuación y extinción.